Los santos, grandes influencers también para los jóvenes de hoy
Desde niña siempre me ha llamado la atención el conocer la vida de los santos. Aún recuerdo un verano en el que alguien me regaló un libro con la vida de alguno de ellos: con unos 8 o 9 años, yo leía y leía hasta que me invitaban a apagar la luz y dormir.
En esta galería encontrarás algunos de los mejores cuentos para dar a conocer a los niños la vida de santos como Santa Teresa, San Juan Pablo II, Don Bosco, Santa Teresa de Calculta, San Josemaría, entre otros.
A mi corta edad, por aquel entonces, los santos eran personas increíbles que a veces, para qué engañarnos, hacían cosas un poco extrañas o inalcanzables para mí. Pero si algo me parecía curioso es que ninguno eligió el don destacable que le fue dado y además se inclinaban por usar ese don para algo más que para ellos mismos: eran auténticos influencers.
De aquel verano quedó grabada en mi memoria la vida de san Tarcisio que, por su amor y veneración tan grande a la sagrada forma, al ser sorprendido por unos paganos mientras transportaba la Eucaristía, prefirió ser apedreado a muerte antes de desvelar lo que llevaba. Leyendo su vida, empecé a vislumbrar que realmente de algo muy grande se tenía que tratar para que un niño como yo entregara su vida. Ahí empecé a entender también la importancia de saborear, conocer y contemplar la vida de los santos.
Hoy miro a mis hijos y pienso en cómo puedo presentarles a esos particulares influencers, que no persiguen likes y muchas veces en vida pasan desapercibidos, que son personas normales como tú y como yo pero que, gracias a su forma de vivir la fe, se convierten en “top ten”.
La alegría de los santos
Entre los influencers del Cielo hay una virtud común que es muy contagiosa: la alegría, motor del alma, propia de la infancia y de la adolescencia, y que todos los padres y madres quieren para sus hijos.
Uno de los muchos influencers de la alegría es la de san Felipe Neri, que buscaba siempre la felicidad, y que tras su conversión no pudo sino intentar dar a los demás algo de lo que él mismo había recibido. ¡Y no me refiero sólo a su afortunada herencia! que también, pues decidió alejarse de la opulencia. ¡Esto sí que es de influencer!
Seguro que a algunos os sonará la canción de Marco Frisina «Prefiero el Paraíso» de la película de san Felipe Neri. Pues, eso es, nuestro santo no lo dio todo por los likes pero sí por el Paraíso. Cautivó a niños y mayores llevando un mensaje de alegría y entrega a los demás.
«¿Y cuándo vamos a ser mejores?» Esta es una frase de gran influencer que repetía san Felipe y que podría hacernos saltar de la cama a todos en una mañana cargada de pereza o cuando no tenemos muchas ganas de ir al colegio.
¡Ah! ¿que necesitamos un empujoncito más? Seguro que la enseñanza de san Felipe Neri sería infalible si la acompañamos de un delicioso desayuno al más puro estilo Instagram y la banda sonora de “Prefiero el Paraíso”. No hay follower que se resista a esto.
Hablando de followers, san Juan Bosco tenía muchísimos, pues es el mayor influencer de “la vida entendida como fiesta y la fe como felicidad”.
¿A quién no le pasa un poco como a san Juan Bosco ante las personas que quiere?
¡Mi mayor satisfacción es verte alegre!” (San Juan Bosco)
“Tristeza y melancolía fuera de la casa mía”, decía Don Bosco. Y es que este santo nos enseñó que no hay mejor lección para niños y jóvenes que “hacer consistir la santidad en estar siempre alegres, haciendo bien las cosas que tenemos que hacer”. ¡Qué manera más fascinante de vivir lo cotidiano! Un tema que seguramente al santo del cine le daría para unos cuantos blogs.
Santo Domingo Savio, a pesar de su corta edad, es también influencer de la grandeza de la alegría en lo pequeño y afirmaba rotundamente: “Antes morir que pecar”. Dicho así puede sonar un poco heavy, pero su actitud nos ayuda en situaciones cotidianas: “antes compartir mi juguete que pelearme con mi hermano”; “antes los demás que mis pretensiones” …
A mí me gusta mucho recordar la primera vez que Domingo se entrevistó con don Bosco y le dijo a este: “¡Ayúdeme a ser santo!”. Un influencer pidiendo a otro influencer que le ayude a ser santo. ¡Cómo mola!
Santo Domingo Savio siempre persiguió ser la mejor versión de sí mismo. Sin duda en la vida de este niño se hicieron presentes desde bien pequeño sus deseos de felicidad, que corresponden claramente con la búsqueda de la santidad. ¡Que nuestros jóvenes no entierren ese deseo!
En la ciudad de Turín, pocos años después de la muerte de don Bosco, nació el beato Pier Giorgio Frassati. Claramente es uno de esos influencers que están entre nosotros. Un santo joven, alegre, y de nuestro tiempo, ingeniero, deportista, amante de la naturaleza que nos enseña nuevamente que la santidad rima con felicidad y que es posible encontrarla tanto en las pequeñas cosas como en lo sublime de una montaña.
Es entonces cuando un simple picnic en familia o una ruta de senderismo con amigos se puede convertir en un planazo para contemplar juntos las maravillas de un paisaje. Un precioso momento para experimentar la necesidad que tenemos de belleza, cuidar y valorar la perfección de la Creación.
Queda claro que los santos despiertan en nosotros el gran deseo de ser como ellos. Viven en cercanía con Dios y son progresivamente transformados. Por tanto, son capaces de gozar cada momento con alegría, pero sin perder un ápice de realismo. Y no nos engañemos: esta es la vocación de todos nosotros.
Y tú, ¿te animas a ser influencer?
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