El Movimiento San Isidro: ¿principio de una primavera en Cuba?

La comunidad artística y otros colectivos cubanos han protestado en defensa de los derechos humanos

Un nutrido –muy nutrido—grupo de artistas, activistas e intelectuales cubanos han emprendido un camino que podría significar el punto de inflexión sobre libertad de expresión y de creación, así como de pensamiento y de manifestación en Cuba.

Se trata del Movimiento San Isidro (MSI) que reunió a artistas, intelectuales y activistas el viernes pasado para protestar ante el Ministerio de Cultura. Fue después de que la policía desalojó por la fuerza a un grupo de jóvenes en huelga de hambre en La Habana.

Los manifestantes se movilizaron a través de las redes sociales en solidaridad con los miembros del MSI. Éstos fueron expulsados de su sede y apresados temporalmente tras iniciar la huelga para exigir la liberación de unos de sus integrantes, el rapero Denis Solís.

Piden el cese del hostigamiento

La prensa oficial de Cuba consideró que Solís tenía «vínculos con terroristas» en Florida, tildó la huelga de hambre de «show orquestado desde EE.UU.». Y aseguró que el desalojo fue una medida de seguridad para evitar la propagación de la Covid-19.

Sin embargo, la comunidad artística y otros colectivos cubanos han protestado por lo que consideran una serie de violaciones a los derechos humanos.

Entre las exigencias al régimen figuran el derecho a la libertad de expresión y creación; el derecho al disenso y al posicionamiento independiente.

También piden el cese del hostigamiento, la difamación y la persecución política contra cualquier ciudadano que se muestre en desacuerdo con las políticas del Estado; la revisión del caso de Denis Solís; y el derecho de Luis Manuel Otero a regresar a su domicilio, donde tiene prohibida la entrada.

Campaña de desprestigio

El mitin ciudadano de este fin de semana es la respuesta a los sucesos que tuvieron lugar la noche del 26 de noviembre en la sede del MSI. En ese momento, fuerzas gubernamentales allanaron la vivienda de la calle de Damas 955. Se llevaron violentamente a catorce personas, algunas en huelga de hambre por el encarcelamiento de Denis Solís.

El rapero fue sometido a un juicio sumario y encarcelado bajo el delito de desacato. Según escribió Ana León en el portal de noticias Cubanet,

“La campaña de desprestigio contra los acuartelados en Damas 955, lanzada desde los medios estatales de comunicación, refrendó que contra cualquier oponente la postura del castrismo sigue siendo negar, despreciar, asesinar moralmente y reprimir hasta que solo quede el silencio”.

Las protestas congregaron a jóvenes creadores y a figuras conocidas de la cultura como Fernando Pérez, y artistas de la talla de Leoni Torres y Jorge Perugorría.

Conquistar otros espacios

Luego de un tiempo de negociación con los representantes del Ministerio de Cultura, la madrugada del sábado 32 representantes hicieron públicos los acuerdos alcanzados: abrir un canal de diálogo entre las instituciones y los artistas; interesarse con urgencia por la situación de Denis Solís y Luis Manuel Otero Alcántara; desarrollar una agenda de trabajo múltiple con todos los artistas, entre otros.

“Dependerá de la voluntad y capacidad de los cubanos mantener el ímpetu, y extenderlo a otros espacios cívicos. El régimen intentará no ceder, presionar y desarticular; pero se ha ganado en madurez política lo suficiente como para que esta ola de renovación ciudadana continúe sumando afinidades”, reflexionó Ana León.

Los manifestantes han dicho con voz muy clara que otra Cuba está amaneciendo. Y que la resistencia de San Isidro puede provocar el inicio de una primavera en la isla caribeña.


CUBA

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