El Papa: Quien no sigue el Concilio no está en la Iglesia
Un discurso contundente y con amplios añadidos fue el que el Papa dirigió esta mañana a quienes colaboran con la Oficina Nacional de Catequesis en el 60° aniversario de su nacimiento. Francisco insistió en la necesidad de actuar, recordando que el Concilio es el Magisterio de la Iglesia y que debe ser seguido. E invitó a la Iglesia italiana a dar inicio a un Sínodo nacional.
La ocasión de la audiencia del Papa Francisco a quienes sostienen la Oficina de Catequesis de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) es el 60° aniversario del inicio de la actividad del organismo destinado a ayudar a la Iglesia italiana precisamente en el ámbito de la catequesis después del Concilio Vaticano II. Un aniversario no sólo sirve de recordatorio, sino que también es una oportunidad para «renovar el espíritu del anuncio» – les dijo el Papa en su discurso – razón por la cual quería les manifestó su intención de «compartir tres puntos que espero puedan ayudarlos en el trabajo de los próximos años».
Jesús en el corazón de la catequesis
El primer punto es: catequesis y kerygma. «La catequesis es el eco de la Palabra de Dios», dijo Francisco, y a través de la Sagrada Escritura proclamada, cada persona entra a formar parte de «la misma historia de salvación» y con su propia singularidad «encuentra su propio ritmo». Y subrayó que el corazón del misterio de la salvación es el kerygma, y que el kerygma es una persona: Jesucristo. La catequesis, por tanto, debe «propiciar un encuentro personal con Él» y, por tanto, no puede hacerse sin relaciones personales.
El anuncio es el amor de Dios en el lenguaje del corazón
A continuación, el Papa indicó algunas características que debe poseer el anuncio hoy, y es que sepa revelar el amor de Dios, antes que toda obligación moral y religiosa; que no se imponga, sino que tenga en cuenta la libertad; que sea testigo de la alegría y la vitalidad. Para ello el que evangeliza debe expresar «cercanía, apertura al diálogo, paciencia, acogida cordial que no condena».
Y hablando del catequista, Francisco añadió de paso que «la fe debe transmitirse en dialecto», explicando que se refería al «dialecto de la cercanía», el dialecto que entienden las personas a las que se dirige:
El Concilio no debe ser negociado
El segundo punto que indicó el Papa Francisco fue la catequesis y el futuro. Recordando el 50° aniversario del documento «La renovación de la catequesis», con el que la Conferencia Episcopal Italiana reconoció las indicaciones del Concilio, celebrado el año pasado, Francisco citó unas palabras del Papa Pablo VI en las que invitaba a la Iglesia italiana a mirar con gratitud al Concilio, del que decía «será el gran catecismo de los nuevos tiempos» y observaba que la tarea constante de la catequesis es «comprender estos problemas que surgen del corazón del hombre, para reconducirlos a su fuente oculta: el don del amor que crea y salva.» Por ello, Francisco reiteró que la catequesis inspirada en el Concilio debe estar «siempre con el oído atento, siempre atenta a la renovación». Y sobre el tema del Concilio añadió una amplia reflexión:
La catequesis siempre escucha al hombre
La catequesis, dijo además el Papa retomando la lectura del discurso que había preparado, debe renovarse para influir todos los ámbitos de la pastoral. Y recomendó:
Redescubrir el sentido de la comunidad
La catequesis y la comunidad representan el tercer punto, un punto de especial relevancia en una época en la que, a causa de la pandemia, se ha visto crecer el aislamiento y el sentimiento de soledad.
Una catequesis que acompaña y acaricia
Repitiendo lo que dijo en la Congreso eclesial de Florencia, el Papa Francisco reiteró su deseo de una Iglesia «cada vez más cercana a los abandonados, a los olvidados, a los imperfectos», una Iglesia alegre que «comprenda, acompañe y acaricie.» Y esto, continuó, “también se aplica a la catequesis”. Y exhortó a la creatividad para un anuncio centrado en el kerygma, “que mire al futuro de nuestras comunidades, para que estén cada vez más enraizadas en el Evangelio, fraternas e inclusivas».
Que la Iglesia italiana inicie un Sínodo nacional
Finalmente, cinco años después del Congreso de Florencia, el Santo Padre invitó a la Iglesia en Italia a iniciar un proceso sinodal a nivel nacional, comunidad por comunidad, diócesis por diócesis. En el Congreso de Florencia está precisamente la intuición del camino a seguir en este Sínodo. Ahora, retómenlo: es el momento. Y comiencen a caminar».
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