San Jerónimo Hermosilla, misionero dominico, obispo y mártir en Vietnam
El 15 de mayo de ese año se produjo un hecho que cambiaría radicalmente su situación. El emperador Minh Manhconsideraba que los cristianos eran traidores y arremetía contra ellos desde hacía tiempo. Aquel día lo experimentó personalmente. Sin embargo, sobrevivió.
En 1841, Jerónimo es nombrado obispo de Tonkín. Es muy consciente de la situación y del peligro que corre, puesto que sustituye al obispo Ignacio Clemente Delgado, al que acaban de asesinar. Desde entonces trata de ser prudente pero no deja de evangelizar.
Cartas clandestinas a los cristianos
A partir de 1858, la persecución arrecia y al obispo Hermosilla le toca esconderse en cuevas, alejado de la población y de los nuevos cristianos. Clandestinamente, hace llegar cartas que dirige a los católicos recién convertidos donde les anima a permanecer en la fe y a descubrir el tesoro de la gracia que acaban de recibir.
En la época del emperador Tu Duc finalmente es capturado por las autoridades, junto con Valentín de Berriochoa y Pedro Almató Ribera, otros dos misioneros (el primero es obispo y el segundo sacerdote). Un soldado apóstata les ha delatado.
Consta históricamente que Hermosilla fue torturado, encerrándole en una jaula de 1.20 metros de altura y posteriormente decapitado con una espada junto con sus compañeros en Hai-Duong. Era el 1 de noviembre del año 1861.
San Jerónimo Hermosilla, san Valentín Berriochoa y san Pedro Almató fueron canonizados por el papa san Juan Pablo II el 19 de junio de 1988. En total, fueron 117 mártires de la persecución que tuvo lugar en Vietnam entre los años 1740 y 1883. Es una historia de la que queda mucho por contar.
Concédenos, Señor,
que nuestras oraciones nos sirvan
de alegría y ayuda,
para que, al celebrar la fiesta anual
de los santos mártires Jerónimo Hermosilla y compañeros,
imitemos su constancia en la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Si quieres conocer vidas de otros santos, puedes leerlas aquí.
Comentarios
Publicar un comentario