La suerte de apellidarse Vassallo (como el papa Francisco)

Iban a asistir a una audiencia normal del papa Francisco en Roma, pero una pancarta con su apellido, Vassallo, el mismo que el de la abuela del Papa, les ha permitido conocerle y charlar un ratito con él

Origen del apellido. La familia Vassallo está asentada en Cádiz, en España, pero su  apellido italiano les ha llevado a buscar su origen. No tienen una seguridad al 100% pero hasta donde han podido comprobar ese apellido proviene de Nápoles.

La abuela del Papa

Es el mismo que el de la abuela paterna del Papa, Rosa Vassallo, que marcó al Santo Padre porque fue la que le crió de pequeño. Francisco se ha referido a ella varias veces, en su primera homilía tras ser proclamado Papa se acordó de su abuela. Comentó que su abuela Rosa siempre decía que «el sudario no tiene bolsillos», una forma de expresar que de aquí no te llevas nada.

Emigrante a Argentina, la abuela del Papa hizo muchas obras de caridad y allí se significó contra el fascismo.

El viaje a Roma

Carlos Vassallo, su mujer y sus hijas habían organizado un viaje a Roma. Era un regalo de cumpleaños al que, en el último momento, se unió Paloma y una sobrina.

Paloma siempre había pensado en escribir al Vaticano por esa coincidencia del apellido. Pensaba que podrían ser familia del Santo Padre, pero nunca lo hizo.

Un rotulador en la maleta

Preparando el viaje a Roma metió un rotulador negro en la maleta por si acaso. «Pensé en hacer una pancarta que pusiera ‘Familia Vasallo’ y mostrarla durante la audiencia para que el Papa pudiera verla». Y eso fue lo que hizo.

Buscó durante días una cartulina por las papelerías de Roma pero no la encontró. «Vi un pliego de papel de regalo, por detrás era blanco y pensé ‘esto sirve de pancarta’. Pedí a mis sobrinas que escribieran el apellido en grande para que el Papa pudiera verlo.»

FAMILIA VASSALLO
El cartel que hicieron los Vassallo para que el Papa los viera.

Gentileza Familia Vassallo

Audiencia en el Vaticano

El abuelo de la familia, Juan Luis Vassallo, es escultor y la familia decidió llevar dos tallas de la Virgen de la Paz que había diseñado su abuelo. De alguna forma querían dejar una en el Vaticano, junto con algunas cartas que habían escrito los sobrinos, para que se las hicieran llegar al Papa. Nunca imaginaron que podrían dárselas ellos mismos.

Ya en la sala Pablo VI se sentaron a mitad del auditorio y cuando llegó el Papa le mostraron la pancarta. «Hicimos ruido a la española, mis sobrinas se subieron a las sillas y elevaron la pancarta cuando Francisco saludó en castellano». «No nos lo creíamos pero el Papa nos miraba y nos saludaba».

Cuando terminó la audiencia, una persona de seguridad se acercó a ellos y les pidió que le acompañaran: «El Papa quiere veros», afirmó. «Nos fue abriendo paso y nos colocó al lado de las escaleras donde estaba el Papa.»

El inesperado encuentro

Francisco se acercó con los brazos abiertos y nos dijo bromeando:

«Familia, estáis muy serios».

La verdad, como explica Paloma, es que «estábamos tan bloqueados que al principio ni sonreímos.»

«Rezamos mucho por usted, Santo Padre», le dijeron los Vassallo. A lo que el Papa respondió: «¿A favor o en contra?», y se echó a reír. Comentaron la coincidencia del apellido de la abuela a lo que el Papa respondió: «Probablemente seremos familia.»

La familia Vassallo pudo entregarle en mano la talla de la Virgen de la Paz y, tras la bendición, el Papa les obsequió con un rosario a cada uno.

Un regalo de la Virgen

Tras contar esta experiencia inolvidable a amigos y familiares, Paloma Vassallo insiste: «Esto no es un milagro, es un regalo de la Virgen. Es una grandísima suerte». Y es que la familia Vassallo nunca imaginó que algo tan simple como mostrar una pancarta con su apellido pudiera llevarles a saludar y a charlar un ratito con el Papa.

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