Un año de guerra en Ucrania: ¿Cuándo llegará la paz?
Análisis de un año de conflicto bélico que ha devastado Ucrania y que supone el mayor desplazamiento de refugiados en Europa desde la II Guerra Mundial
Primer aniversario de la guerra de Ucrania. Muchos dicen que es la guerra más cruenta y la más cruel de los últimos 300 años. Los ucranianos luchan con moral en una guerra que ha costado ya decenas de miles de muertos y muchos más heridos, y la destrucción de muchos edificios civiles como escuelas, hospitales y monumentos históricos.
El número de personas muertas, especialmente civiles, no se pueden contar porque cada uno da su versión y no queremos entrar en la guerra de cifras.
Lo que todo el mundo ha visto es la enorme matanza y devastación de un país como es Ucrania, con 600.000 kilómetros cuadrados y 41 millones de habitantes. Según ACNUR (la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados), la guerra ha causado 7,8 millones de emigrantes y muchos desplazados dentro de Ucrania.
Casi todos son mujeres y niños, porque los maridos y padres estaban en el frente de la guerra, donde silban los cohetes, las bombas, los fusiles, los drones, las ametralladoras y los anuncios de un ataque aéreo. Los que gobiernan Rusia consideran que Ucrania es suya, porque siempre ha sido suya. No es verdad.
Los emigrantes, casi todos, solo tienen una cosa en la cabeza: volver a Ucrania, a sus casas, si todavía están en pie, entre los suyos, pero sin guerra. El grueso de los emigrantes ucranianos ha sido soportado especialmente por Polonia y Alemania.
No quiero referir los dramas humanos causados por la emigración, repito, casi todos mujeres y niños. Darles vivienda, escolarizar a los niños, darles de comer y, a veces, trabajo… La guerra se prolongaba y había que pasar el invierno. Con un frío intenso en aquellos países. Faltaba ropa de abrigo, comida, además de techo del que tantos carecían.
Un nuevo equilibrio
Lo que ocurre en Ucrania, lo que ocurrió al principio de la guerra o de la invasión rusa, es que el presidente ruso, Vladimir Putin, quería y quiere crear un nuevo equilibrio en Europa basado en la conquista de los más importantes países de la antigua Unión Soviética, un imperio comunista al que le interesaba más mantener manu militari a los países de régimen comunista impuesto, que el desarrollo de estos pueblos. Putin solo quiere tener un cinturón de países domesticados junto a sus fronteras, a modo de cordón de seguridad.
Esto se veía venir, con sus presiones con los países bálticos -los más contrarios- , hoy miembros de la OTAN, que los ha protegido. También con Rumanía y Moldavia. Se da el caso de que Moldavia es un país que, constitucionalmente se declara «neutral», pero ahora le pesa mucho esta neutralidad y quiere entrar en Europa.
Es cierto que Ucrania, al desmembrarse la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), quedó como un verso suelto. Dividida entre el Donbass; las provincias y regiones del Este, que se consideraban rusos en buena parte; y el oeste, que pedía ser miembro de la Unión Europea y de la Alianza Atlántica.
Rusia dio todo su apoyo militar, político y económico, a las provincias de Donest y Lugansk y a Jersón (hoy en manos ucranianas) y Zaporiyia, famosa por su central nuclear que, al ser ocupada por rusos, dejó a buena parte del país sin energía, al principio del invierno.
Guerra híbrida
Rusia decidió ir a la guerra híbrida, donde no solo los cañones, sino también la economía, jugaban un papel importante. Así, como Europa dependía del gas ruso, decidió con estratagemas cortar el suministro de gas, al igual que el petróleo y el carbón, a los países aliados con Ucrania, con cortes que Rusia justificaba como averías.
Europa, y en especial Alemania e Italia, tuvieron que buscar suministros alternativos que encontraron en Noruega, Azerbaiyán y el propio Estados Unidos.
Hoy Europa ya no depende del gas ruso, y además topó el precio del petróleo ruso. Ciertamente ha habido picaresca, pues los petroleros y metaneros rusos cambiaban bandera y podían así vender a la Unión Europea.
También buena parte del mundo dependen todavía hoy, de los fertilizantes de los que Rusia es un gran productor. Y también del grano ucraniano.
Tienen razón los rusos cuando ven que los Estados Unidos se están enriquecido con la energía que suministran a Europa, pero nada de esto habría pasado si la Federación de Rusia hubiera mantenido la situación anterior a la invasión de Ucrania.
Al llegar al año de la Guerra, Rusia lo celebró con Putin, que se despachó con un discurso muy esperado.
¿Qué dijo Putin ante la Asamblea Federal o Duma?
Dijo: «La verdad está con nosotros», y anunció también la suspensión del último acuerdo para el control de las armas nucleares con Estados Unidos que ambos países mantienen en vigor, desde el año 2011. «Rusia –dijo Putin- superará paso a paso, cuidadosa y continuamente, los desafíos con los que se encuentre. (…) No se puede vencer a Rusia en el campo de batalla», añadió Putin.
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Pero asegura: «Rusia no abandona, no. Congela temporalmente» su participación en el pacto, y ha anunciado construir más armas nucleares. Esta es la amenaza de Putin en plena escalada de la guerra en Ucrania.
Y este discurso, de gran significado, lo replicó el presidente norteamericano Joe Biden en Kíev con su abrazo con Volodomir Zelenski en el centro de Kíev, en plena calle.
Y Joe Biden acaba de decir desde Polonia: Nunca Rusia ganará esta guerra o invasión de Ucrania.
Las respuestas de la OTAN y de la Unión Europea han sido unánimes: Rusia ha sido el agresor, y la víctima es Ucrania. Rusia es el agresor, y no puede hacerse la víctima, mintiendo sobre que fue Estados Unidos quien empezó la guerra.
Aspecto militar
En el aspecto militar, los rusos han puesto de relieve que tienen un ejército con poca capacidad de actuación, poco preparado y con un armamento obsoleto.
Mantenía al grupo o batallón Wagner, formado en buena parte por mercenarios, y llamó a 300.000 reservistas, muchos de ellos emigraron a oros países para no ir a la guerra.
También se llamó a presos que engrosaran las filas del ejército ruso. Pero llegaron sin preparación, lo mismo que los reclutas.
Su actuación militar, a juzgar por lo que dicen militares occidentales, ha tenido muchos errores en estrategia y en el despliegue y repliegue de tropas. Han muerto muchos soldados por su falta de preparación técnica y táctica.
La paradoja es que Rusia (el país más grande de la Tierra) lucha contra un país pequeño, Ucrania. Es un país de 600.000 kilómetros cuadrados, Ucrania, contra los 17 millones de kilómetros cuadrados. Ucrania es la que humanamente está soportando todo el peso de la guerra, pues ningún país de la OTAN ha puesto un solo hombre en esa guerra. La OTAN pone armamento, pero hasta cierto punto.
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Con muchas reticencias de Alemania, los países de la OTAN envían tanques a Ucrania, tanto Francia como Estados Unidos, pero Zelenski ya está pidiendo aviones…
La religión
Uno de los puntos más tristes para el cristianismo es la mayor división que ha causado la guerra. En el discurso de Putin del día 21 vimos que el Patriarca ruso Kirill ha apoyado hasta ahora sin reservas la política expansionista de Putin. Kirill apoya toda la política exterior de Putin.
Lo vimos en primera fila, revestido de sus mejores atuendos, con gran solemnidad. El discurso era ante el Parlamento y revestía un significado político de primer orden, tanto hacia dentro de Rusia como hacia fuera.
El gran artífice de la paz ha sido el papa Francisco, que desde el primer momento fue a la embajada rusa para pedir la paz. También escribió y quiso entrevistarse con el Patriarca Kirill, sin conseguirlo y quiso mediar entre las dos partes para conseguir la paz, o al menos que callen las armas.
De hecho, la Iglesia ortodoxa de Ucrania se escindió en dos años arás, una de obediencia al patriarcado de Moscú y otra al patriarcado de Constantinopla, que corresponde al Patriarca de Kiev, excomulgado por el patriarcado de Moscú, y viceversa.
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Aparte de las dos iglesias ortodoxas están la iglesia greco-católica (rito oriental), la llamada antes «uniata» y que presidía en la época comunista el cardenal Slipij, condenado a una dura cárcel bajo el régimen soviético. Y en el ámbito católico, existe también la iglesia de rito latino, pero que trabaja solamente para los católicos venidos de fuera: franceses, italianos, alemanes, belgas, etc.
¿Y China?
En el ámbito internacional, la guerra ha sido soportada por los aliados de los Estados Unidos, principalmente los países europeos. ¿Y los demás países, qué rol han jugado? Un papel importante ha sido el de China. A Pekín no le interesa que Estados Unidos sea más fuerte, y tampoco Rusia, país éste con el que tiene la frontera más larga del mundo. Ni a China ni a sus aliados en Asia y África. Sin embargo, viendo que Estados Unidos está mejorando sus posiciones en la guerra, se está acercando a Moscú y tal vez dando armamento.
China pide siempre que se llegue a una negociación para evitar mayores males. Una negociación entre Moscú y Kíev, respaldado este último por Estados Unidos y por la Unión Europea.
La India y otros países asiáticos juegan un papel más bien a favor de Moscú porque quieren salvar la gran zona del Índico-Pacífico.
A China no le conviene ahora meterse en una guerra, pues espera su momento y librarla en el Pacífico.
Situacion actual del conflicto
Rusia se quedó con la península de Crimea en 2014, y Putin creyó que sería también fácil quedarse con toda Ucrania. Encontró una durísima resistencia en ese país.
Menospreció el hecho de estar al frente de Ucrania un cómico judío, Volodímir Zelenski, despreció su capacidad política y militar y se decidió por la invasión de Ucrania.
La resistencia encontrada y el total apoyo de Europa y los Estados Unidos a Ucrania, aunque sin poner un solo hombre, hizo que la invasión como tal fracasara y se redujera la guerra en las provincias de Donestk; Lugansk junto a las ciudades de Jersón y Zaporiyia.
Las decenas de miles de muertos y los 8 millones de refugiados ucranianos en los países vecinos dan la dimensión humana terrible de esta guerra. Gentes sin casas, sin tierras, sin oficio, viendo sus casas arrasadas por las bombas y viviendo en las estaciones de metro, dan la sensación de esta atroz guerra.
El único modo de acabar esta guerra es el diálogo diplomático entre las partes, con el fin de crear una paz y una seguridad compartida y duradera por todos los países de la zona. ¿Cuándo llegará? Solo Dios lo sabe.
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