Cómo ayudar a tus hijos a que les guste estudiar
El psicólogo Guillermo Dellamary te explica cómo lograr que los preadolescentes y adolescentes quieran estudiar
Resulta muy frecuente que a los jóvenes de hoy en día de plano no les guste estudiar ni leer. Incluso llegan a perder el interés por el conocimiento y la cultura.
Entre el aburrimiento, las redes sociales y una abundante oferta de todo tipo de entretenimientos, el interés por las ciencias ha disminuido.
Afortunadamente la vida social en las escuelas es lo suficientemente atractiva como para motivar a que al menos asistan al aula de clases, aunque sea por obligación y a regañadientes.
Es muy alto el porcentaje de jóvenes que afirman que a la escuela les gusta ir para ver a sus amigos. Pero muy pocos aseguran que van porque les gusta estudiar y tienen hambre de conocimiento.
En varias ocasiones he tenido la oportunidad de preguntar a los jóvenes si tienen alguna idea de por qué hay que estudiar, qué importancia tiene el conocimiento de las ciencias para la vida.
Me han dado todo tipo de respuestas, la mayoría sin sentido. En general, lo consideran importante solo para en un futuro ganarse la vida o adquirir un mejor empleo.
He probado darles algunas explicaciones acerca de la importancia del conocimiento, y he podido notar una respuesta muy positiva y alentadora, que ha servido para motivar su entusiasmo por ir a la escuela a estudiar y aprender, además de divertirse y disfrutar de sus amistades.
Aquí, alguna de las explicaciones:
1.- La trascendencia de salir de la ignorancia es fundamental. Que se comprenda que la verdadera prosperidad consiste en abatir ese enorme vacío que deja el vivir en una lamentable ignorancia. Estarían alejados de la prosperidad y de los logros de nuestra civilización. Vivirían sin la conciencia y acercamiento a los grandes eventos históricos y los más importantes avances de la ciencia.
2. – Vivir con mayor sabiduría marca la gran diferencia en la capacidad por gozar y disfrutar de la vida. Saber las cosas da mucha mayor ventaja, en comparación con el que no está enterado de lo que sucede. La sabiduría es una de las mayores riquezas que se pueden adquirir, incluso vale más que el dinero y el patrimonio material.
3. – El conocimiento facilita vivir una vida mucho más en pazy con una mayor calidad de vida. Es comprender y aceptar que la superación y el crecimiento personal tienen que ver con el nivel cultural y académico, con la capacidad de leer y asimilar la lectura.
Cualquier joven capta un mensaje de esta naturaleza y lo hace pensar y recapacitar, para así aprovechar el privilegio de ir a una escuela.
Saber para mejorar y crecer
Dentro de las múltiples razones que existen para estimular el gusto por el saber, se encuentra el elevar la capacidad de consciencia, es decir, de estar alerta y atento a las cosas que valen la pena. Recientemente me encontré con una pariente, que relataba la multitud de acontecimientos complicados y difíciles que le habían sucedido. Se estaba quejando de la vida. Bastó una sola pregunta para que cambiará su actitud ¿Y por qué crees que te pasa todo eso? Por supuesto, respondió que no sabía; pero al menos la pregunta la hizo tomar consciencia de que eso es lo que tenía que saber.
Estudiar nos da consciencia de la vida, nos ayuda a explicarnos muchas cosas de las que nos pasan, nos ubican y dan orientación y por supuesto nos facilitan tomar muchas decisiones.
Finalmente me quedo con aquella idea de Ortega y Gasset:
«No hay nada más práctico que una buena teoría»
Se refería a que es mucho más fácil llegar a un domicilio desconocido si tienes las indicaciones o un mapa, que quererlo descubrir por uno mismo. Y eso es la teoría, un manual de vida, unas instrucciones, un mapa que nos permite conseguir más fácilmente nuestros objetivos.
Vale la pena enseñar a las nuevas generaciones el gran sentido que tiene saber bien las cosas, reconocer la verdad por encima de la mentira, identificar a las personas que sí saben frente a los habladores. Aprender a distinguir lo que tiene mayor valor al visitar una ciudad que simplemente deambular sin rumbo ni destino como hoy muchos lo hacen con su vida.
El conocimiento nos ayuda a pensar, a cuestionarnos, a buscar las causas y a explicarnos tantas situaciones que acontecen en nuestras vidas diarias. Y todo eso se estudia y se aprende a lo largo de la vida.
Tenemos que esmerarnos los adultos por convencer a las nuevas generaciones de la gran importancia que tiene adquirir mayor cultura, saber mejor las cosas y poner más énfasis en los grandes valores que nos llevan a una mayor calidad de vida y dejar de perder el tiempo sufriendo en la ignorancia y el vacío porque nadie les ayudó a saber encontrarle sentido a la vida y salir del pozo de la infelicidad.
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