Curado de cáncer cerebral tras un sueño con la Madre de Dios
Un niño con un tumor humanamente incurable, la devoción de sus padres al Divino Niño y la intervención directa de la Virgen María
Andri Jesús, originario de Mérida, Yucatán (México), es el menor de cuatro hermanos y tenía 11 años de edad cuando enfermó.
«Le fue detectado cáncer en el cerebro, un teratoma pineal 80-20», relata su madre, María de Jesús, mientras que su padre, Luis Ángel Cardeña, señala: «En el momento en que nos dieron la noticia se nos cayó el mundo, porque cáncer es sinónimo de muerte».
Efectivamente, todo lo que la ciencia intentaría hacer en favor de Andri Jesús sería solo un paliativo. Cuenta Luis Ángel: «Aquí, en donde estaba hospitalizado, nos daban esperanzas nulas, y nos mandaron a Guadalajara, Jalisco, a que le hicieran un Gamma Knife, para que el tumor dejara de crecer».
«Nos fuimos, pues, a Guadalajara y los médicos nos dijeron: ‘Señores, lo que su hijo tiene no es curable, lo que le vamos a hacer es solo para darle una mejor calidad de vida. Puede sobrevivir un mes, tres meses, un año’».
Tiempos de prueba
Han pasado poco más de siete años de aquellos momentos que cimbraron a toda la familia Cardeña. Hoy Andri ya es un joven de 18 años, mientras que sus hermanos tienen las edades de 33, 32 y 26 años. Pero aún recuerdan los difíciles tiempos:
«Ante el temor de que mi hijo, en cualquier momento, se nos iba a morir a los 11 años, nos unió como familia y se nos acercaron muchas personas para darnos apoyo moral», dice el papá de Andri Jesús, y continúa: «Yo perdí mi trabajo y muchas cosas, pero seguimos adelante con fe».
Courtesy María de Jesús and Luis Ángel Cardeña
En manos del Divino Niño
María de Jesús explica: «La verdad es que yo me había olvidado del Divino Niño Jesús, porque yo antes había hecho sus novenas; y cuando Andri se enfermó, me pidió que le cantara las canciones del Divino Niño».
«Mi hijo se aferró al Divino Niño, y a Él yo también le fui pidiendo. También le pedí a la Virgen; a Ella y a Cristo Jesús me aferré».
«Y la Virgen y el Divino Niño Jesús estuvieron al momento en que operaron a mi hijo. Porque cuando lo diagnosticaron el tumor era maligno, pero cuando se lo quitaron ya era benigno”.
Una curación inexplicable
Luis Ángel cuenta: «Ni los oncólogos se explican lo ocurrido. Mi hijo entró a cirugía, le quitaron el tumor y estuvo siete días en terapia intensiva. Dijeron que iba a dormir tres días, y despertó hasta el séptimo porque tuvo un derrame cerebral. Y estando en terapia intensiva, él soñó con la Virgen”.
La mamá añade que el tumor le había quitado a su hijo el sentido del olfato y de la vista, y también «dejó de caminar. Pero, cuando regresamos a Mérida, nos percatamos de que empezó a ver y a agarrar su teléfono celular, le escribió a su papá, y su papá le dijo: ‘No eres tú’. Y él le contestó: ‘Sí, papá, soy yo, ya veo’».
Courtesy María de Jesús and Luis Ángel Cardeña
El sueño de Andri
El propio Andri Jesús relata su sueño con la Madre de Dios:
«Terminando mi cirugía, cuando me hicieron la extracción del tumor, estaba durmiendo en la cama del hospital. Entonces bajó la Virgen, que me dijo: ‘Ven, Andri, yo te voy a curar. Ven acá conmigo’. Me subió a un lugar como el Cielo, pues había nubes y muchos santos. Ella, con su manto rosado, me empezó a tirar agua bendita y me dijo: ‘¿Sientes el olor de las rosas?’. Y le dije: ‘No, no lo siento’. Con su manto me abrazó, me tapó y me dijo: ‘Cierra los ojos’. Después me destapó y me dijo: ‘¡Te voy a tirar unos pétalos de rosas y tú dime si sientes el olor’».
«Por segunda vez tiró los pétalos de rosas y le dije que ya los olía, que olían rico. Entonces ella me dijo: ‘Ya estás curado, Andri’».
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