Jesus Revolution: el despertar espiritual de los años 60
Recreación cristiana de un momento histórico
Jesus Revolution (aka La Revolución de Jesús) recrea un momento histórico a finales de los años 60 del siglo XX: la unión o la alianza entre los hippies que empezaron a venerar las enseñanzas de La Biblia y el pastor Chuck Smith (Kelsey Grammer), que veía demasiados bancos vacíos en su iglesia. La dirigen Jon Erwin y Brent McCorkle con ritmo y temas que recuerdan a Casi famosos: luminosa fotografía, mucha música de la época y un protagonista joven, Greg Laurie (interpretado por Joel Courtney, descubierto de niño en Super-8), que actúa de testigo, de hilo conductor y de personaje que va cambiando a medida que pasa de la academia militar a probar las drogas y de ahí a abandonarlas y entregarse a seguir Las Escrituras. Basándose en esta historia real, Erwin y McCorkle han construido un largometraje que, además de entretener, supondrá una referencia futura para los cinéfilos católicos.
Durante una de las primeras escenas del filme, el Padre Smith ve en televisión un reportaje sobre el movimiento hippie y le dice a su hija, Janette, defensora de los valores que éstos promueven sobre la paz y el amor: «Te diré una cosa: pídele a Dios que me mande un hippie y así le preguntaré de qué se trata esto, porque no lo entiendo». Lo que no imagina es que ella conocerá, muy pronto, a Lonnie Frisbee (Jonathan Roumie, quien interpretó a Jesucristo en la serieLos elegidos), un joven predicador amateur que recorre California enseñando La Palabra, invitando a otras personas a que se unan a él y soltando citas bíblicas que se sabe de memoria. En cuanto se conozcan, él preguntará: «¿Conoces el camino, la verdad y la vida?».
Lionsgate
Janette lleva a casa a ese hombre para presentárselo a su padre. Pronto ambos unirán fuerzas para conseguir que la iglesia se llene. Los jóvenes, que experimentan así una especie de despertar o de renacer espiritual, ocupan los bancos, cantan, rezan y se entusiasman, lo que pone en contra a algunos de los feligreses más antiguos, poco acostumbrados a que el templo lo ocupen jóvenes con melenas y sandalias (o, en algunos casos, con los pies descalzos).
Lonnie sostiene que «…si miras con amor, verás a un montón de chicos que están buscando todas las cosas correctas… solo que en los lugares equivocados». Cuando Chuck Smith le invita a dar su primera homilía en la iglesia, el predicador callejero de barbas y pelo largo explica: «La gente me dice que estoy intentando parecerme a Jesús o algo así y yo les digo: No puedo pensar en nadie más a quien preferiría parecerme».
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Bautismo en Pirate’s Cove (Malibú Beach)
Greg Laurie, siguiendo los caminos citados, pasando por festivales donde se congregan famosos del calibre de Janis Joplin y Timothy Leary, acabará conociendo al predicador Smith y al joven Frisbee. Sus vidas, en principio paralelas, convergen. Greg estaba perdido y encuentra una orientación, a lo que también contribuye Cathe (Anna Grace Barlow), la chica de la que se enamora. Cuando la iglesia se les quede pequeña, deberán trasladar a los feligreses y a los recién llegados a una carpa que pueda albergarlos a todos. El siguiente paso será bautizar a quienes lo deseen en la playa de Pirate’s Cove, donde realmente bautizaron a más de 4 mil personas a lo largo de los años.
En los créditos finales nos aclaran que el denominado Movimiento de Jesús, tras empezar en California, se expandió por todo el país hasta culminar en 1972. Nos muestran imágenes de archivo de las personas reales en las que se centra el filme (Smith, Laurie, Frisbee, Cathe). La película logra así su propósito: recrear aquellos años históricos demostrando que los jóvenes tenían razón en sus motivos: una Iglesia tiene que mantener sus puertas abiertas y no rechazar a nadie, sobre todo si son marginados o gente que sufre o ha perdido el rumbo.
La Revolución de Jesús no ha sido estrenada en salas de cine en España, pero está disponible de alquiler y compra en algunas plataformas como Apple y Amazon Prime.
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