Urbi et Orbi: «la luz de Dios prevalece sobre las tinieblas del mundo»
El Papa Francisco instó a poner fin a las operaciones militares en Gaza y a solucionar la «desesperada situación humanitaria» que allí se vive, durante su tradicional bendición Urbi et Orbi -a la ciudad y al mundo- desde el balcón central de la fachada de la Basílica de San Pedro de Roma, el 25 de diciembre de 2023. En su felicitación navideña, el Pontífice expresó su preocupación por las zonas de conflicto diseminadas por los continentes del mundo, denunciando en particular el comercio de armas.
«Los ojos y los corazones de los cristianos de todo el mundo se vuelven hacia Belén, donde hoy reinan el dolor y el silencio», declaró el Papa Francisco al comienzo de su mensaje de Navidad. Este año, en solidaridad con quienes sufren el conflicto en Gaza, las autoridades locales de Belén cancelaron las festividades que suelen rodear la Navidad en la ciudad cisjordana donde nació Cristo.
Ante las decenas de miles de fieles que abarrotaban la plaza de San Pedro, y con las cámaras de todo el mundo enfocando la basílica vaticana para este publicitado mensaje anual, el Pontífice argentino expresó su preocupación por los pueblos de Israel y Palestina. «Los abrazo a todos, especialmente a las comunidades cristianas de Gaza y de toda Tierra Santa«, dijo. El 24 de diciembre, el ejército israelí anunció una intensificación de los ataques en la Franja de Gaza, donde la ofensiva militar se ha cobrado más de 20 mil vidas, según Hamás.
El Papa confesó que llevaba en el corazón «el dolor por las víctimas del odioso ataque contra Israel del 7 de octubre», y renovó «un llamamiento urgente para la liberación de los que siguen secuestrados». El jefe de la Iglesia católica pidió «el fin de las operaciones militares, con su espantoso balance de víctimas civiles inocentes, y que se ponga remedio a la desesperada situación humanitaria abriendo el camino a la llegada de ayuda humanitaria».
Tiziana FABI / AFP
Para poner fin a la «violencia y al odio» en esta parte del mundo, el Pontífice pidió que «la cuestión palestina se resuelva mediante un diálogo sincero y perseverante entre las partes, respaldado por una firme voluntad política y el apoyo de la comunidad internacional». Sobre esta cuestión, la diplomacia de la Santa Sede apoya desde hace años la solución de los dos Estados.
En su mensaje de diez minutos, el pontífice de 87 años instó a los católicos a «decir ‘no’ […] a toda guerra, a la lógica misma de la guerra», que condenó como un «viaje sin finalidad, una derrota sin vencedores, (una) locura sin disculpa».
«¿Cómo se puede hablar de paz si aumentan la producción, la venta y el comercio de armas?», dijo el obispo de Roma, denunciando la «hipocresía» y el «encubrimiento». Añadió que la gente, que «no quiere armas sino pan», «no sabe cuánto dinero público se destina a las armas». «Hablemos de ello, escribamos sobre ello, para que conozcamos los intereses y los beneficios que mueven los hilos de las guerras», instó.
Los focos de guerra en Oriente Medio y Europa
Deplorando las «masacres armadas» perpetradas «en un silencio ensordecedor», el Pontífice imploró en particular «paz para Ucrania», antes de asegurar al «pueblo que sufre» su «cercanía espiritual y humana», como ha hecho en cada Ángelus y en cada audiencia general desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania.
El Papa también expresó su solidaridad con «los pueblos que sufren en Siria y Yemen», y con «el querido pueblo del Líbano», rezando «para que recuperen rápidamente la estabilidad política y social».
«Que se acerque el día de la paz definitiva entre Armenia y Azerbaiyán», prosiguió. Dos semanas después de congratularse por el reciente acuerdo bilateral y la liberación de presos, el Papa pidió «que continúen las iniciativas humanitarias, que los desplazados regresen a sus hogares con total legalidad y seguridad, y que se respeten mutuamente las tradiciones religiosas y los lugares de culto de cada comunidad».
África, Asia y América en las oraciones del Papa
En el continente africano, el Papa habló de «las tensiones y conflictos que sacuden la región del Sahel, el Cuerno de África, Sudán, así como Camerún, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur».
En Asia, el Papa expresó la esperanza de que «se acerque el día en que se refuercen los lazos fraternos en la península coreana, abriendo vías de diálogo y reconciliación que puedan crear las condiciones para una paz duradera».
Continuando con su gira mundial, el 266º Papa rezó también para que Dios «inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del continente americano a encontrar soluciones para superar las disensiones sociales y políticas». Exhortó a «combatir las formas de pobreza que ofenden la dignidad humana, […] a nivelar las desigualdades y […] a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones».
Los niños, víctimas de la «masacre de inocentes
En su meditación, el Papa quiso incluir también a «los que no tienen voz», a las personas que sufren hambre y paro, a los emigrantes y, especialmente, a los niños víctimas de la «masacre de inocentes» perpetrada «en el seno materno», en los caminos de la emigración o en los lugares de guerra.
En Navidad, «la luz de Dios prevalece sobre las tinieblas del mundo», dijo el Papa Francisco con una nota de esperanza, acogiendo «la noticia que cambia el curso de la historia». Y aseguró a quienes han «perdido la fe» que «no están solos» y que Dios «les tiende la mano».
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