Cómo los jesuitas ayudaron a crear el alfabeto vietnamita

Con más de 7 millones de fieles en la actualidad, los católicos representan alrededor del 7,4 % del total de la población vietnamita

Vietnam es un país predominantemente budista. Aun así, cuenta con una importante población católica: la quinta más numerosa de Asia. Con más de siete millones de fieles, los católicos representan alrededor del 7,4 % del total de la población vietnamita. Esta comunidad hunde sus raíces en el siglo XVI, cuando misioneros de Portugal y España llegaron al país.

Primeros años del catolicismo en Vietnam

Los primeros misioneros católicos en Vietnam tuvieron dificultades para afianzarse, como la mayoría de los misioneros en Asia. Sin embargo, a principios del siglo XVII, la llegada de los misioneros jesuitas marcó un punto de inflexión. Estos misioneros, principalmente italianos, portugueses y japoneses, lograron importantes avances en la difusión de la fe cristiana entre el pueblo vietnamita.

En 1615, dos sacerdotes, Francesco Buzomi y Diego Carvalho, establecieron la primera comunidad católica en Hoi An. En la década de 1630, Alexandre de Rhodes, un misionero de Aviñón, y el portugués Pero Marques habían convertido a más de seis mil personas en Tonkín.

El desarrollo del Chu Quoc Ngu

Los misioneros jesuitas desempeñaron un papel crucial en el desarrollo del Chu Quoc Ngu, el alfabeto vietnamita moderno.

En el siglo XVII, Francisco de Pina, Gaspar do Amaral, Antonio Barbosa y de Rhodes adaptaron la escritura latina con signos diacríticos para crear un sistema de escritura adecuado para transcribir la lengua vietnamita.

Esta innovación revolucionó la comunicación y la educación en Vietnam, al tiempo que allanó el camino para la difusión de la fe católica a una población más amplia.

MARTYRS

Los misioneros franceses y el papel de Pigneau de Behaine

A partir de finales del siglo XVII, los misioneros franceses de la Sociedad de Misiones Extranjeras y los misioneros españoles de la Orden de los Dominicos se implicaron cada vez más en la evangelización de Vietnam. Otros misioneros activos en el Vietnam premoderno fueron los franciscanos, los dominicos italianos y los agustinos descalzos.

Pero entre los misioneros franceses destacados estaba Pierre Pigneau de Behaine. Llegó al sur de Vietnam a finales del siglo XVIII y se convirtió en confidente de Nguyen Ánh, el último miembro superviviente de los señores Nguyen. Pigneau creía que apoyando los esfuerzos de Nguyen Ánh por recuperar el poder, podría asegurar unas condiciones favorables para la Iglesia católica en Vietnam y su expansión por el sudeste asiático.

La influencia de Pigneau iba más allá de los asuntos religiosos. También era un agudo estratega político y militar. Cuando los Nguyen tuvieron dificultades durante la guerra civil, Pigneau fue enviado en busca de ayuda francesa. Consiguió reclutar a un grupo de voluntarios franceses y proporcionó apoyo militar y financiero a Nguyen Ánh. Pigneau siguió siendo el consejero militar de los nguyen y ministro de Asuntos Exteriores de facto hasta su muerte en 1799.

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Fe duradera y desafíos

En la actualidad, el catolicismo sigue teniendo una presencia significativa en Vietnam. La Iglesia desempeña un papel vital en la vida de muchos vietnamitas, proporcionando servicios sociales, educación y orientación moral. Sin embargo, la Iglesia también se ha enfrentado a desafíos, como los periodos de persecución durante la guerra de Vietnam y bajo el régimen comunista.

A pesar de ello, la comunidad católica de Vietnam ha demostrado resistencia y capacidad de adaptación. Hoy, los católicos siguen contribuyendo al tejido social, económico y cultural del país, al tiempo que mantienen una fuerte devoción a su fe.

El Vaticano y Vietnam están avanzando en sus relaciones. Más información sobre sus relaciones diplomáticas aquí.

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